Corría el año 2009, Festival de Cine de Málaga, y yo tenía entradas para la entrega del Premio Eloy de la Iglesia para el director de los Cronocrimenes, Nacho Vigalondo. Esa película me encantó tanto como para crear un origami del personaje principal, la momia rosa. Así, aproveché y me la llevé por si acaso pudiera acercarme a él y dárselo. Y así fue. Simplemente increible.
Y encima de todo, subio con mis figurillas al escenario, y me dio las gracias totalmente alucinado con ellas. Y yo alucinaba el triple de que le hubiesen alucinado tanto.

Viendo la entrada me pregunto, ¿le piqué la curiosidad con el origami? No estaría mal un director de cine pro-origamista...